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“Por payaso perdí con un campeón del mundo”: ‘Figurita’ Igirio

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Agustín de Jesús Igirio Pabón más conocido como “figurita Igirio”, aún vive en María Eugenia. Barrio que lo adoptó después de salir de su natal Ciénaga.

Cuando a este ídolo del boxeo magdalenense le preguntan qué recuerda de sus hazañas con los puños él responde, “Por payaso perdí con un campeón mundial”.

No hay otra imagen dentro de sus recuerdos que lo trasladen a aquel 6 de junio de 1983, cuando en medio de la euforia y presencia de cientos de samarios, en el Estadio Eduardo Santos se enfrentaba a un grande del boxeo nacional y mundial, Prudencio Cardona.

“Figurita” la tiró toda en los dos primeros asaltos, no era para menos, estaba acostumbrado a brindarle a los espectadores un excelente espectáculo dentro del ring.

Le bastó el primer asalto para poner a besar la lona a Cardona, quien venía de ser campeón mundial en Tampico México, sin embargo, en el tercer asalto las payasadas del magdalenense con el fin de coquetearle a una mujer, dieron paso a que Prudencio se recuperara y le diera en el mentón de Figurita el golpe que lo envió a la lona de donde nunca más se levantó.

Ahí, postrado en el ring se perdieron las esperanzas de que el Magdalena tuviese un campeón mundial de peso mosca (112 kg).

Agustín de Jesús tiene en su historial de pelea un campeonato nacional que ganó en marzo de 1983 en la Villa Olímpica de Santa Marta; también se hizo campeón de los Centroamericanos y del Caribe, meses después en el mismo año.

Su vida

‘Figurita’ Igirio nació en Ciénaga, Magdalena, el 1ro de mayo de 1960, relata que desde niño siempre fue inquieto y tirador de ‘trompá’.

Sin embargo, su rebeldía casi lo lleva a la muerte. Hoy recuerda que desde los diez años sintió gusto por la marihuana, al mismo tiempo que se enamoró de lo ajeno, convirtiéndose en el ladrón más joven de la salitrosa.

Relata en medio de la nostalgia, que su arribo a Santa Marta se dio huyéndole a la famosa “Mano negra”, movimiento encargado de hacer limpieza social en la época.

Por fortuna la historia de Agustín de Jesús continuó para ser contada. Establecido en Santa Marta, fue recibido por su primo, el narrador de fútbol, Jorge Eliecer Torres, en el barrio María Eugenia.

Siendo todavía un niño, Agustín nunca dejó la pelea, en María Eugenia peleó con muchos de su generación, no conoció la derrota y su fama de buen tirador lo llevó a las manos de Rubén Mendoza, en ese entonces director técnico de la selección Colombia de boxeo, con quien se hizo ganador de varias competencias del orden nacional e internacional.

 

Gané con tres costillas rotas

Transcurría el año 80, cuando la cita era contra un boxeador que representaba a las Fuerzas Armadas de Colombia en el Estadio Eduardo Santos, mientras él se ponía los guantes en nombre de Santa Marta.

‘Figurita’ estaba enguayabado, la noche anterior, en compañía de sus compañeros de trago, habían acabado con tres botellas de ron.

‘Figurita’, no rechazó el reto pese a no estar al cien por ciento de salud, “cuando nos dicen que hay una pelea, enseguida convidé a los amigos a trotar, con el fin de sudar el ron, al mismo tiempo los puse a que me golpearan fuerte para nivelarme. Pasaron dos horas y yo estaba en el ring listo para pelear”, dijo ‘Figurita’.

Tres costillas rotas le costaron mantenerse en el ring, sin embargo, salió vencedor de la pelea, asegura que se acordará de ese episodio por dos razones, la primera por la falta de disciplina y por otra parte la hazaña de haber ganado con tres costillas menos.

Casi paga cárcel

En el mismo año, Figurita Igirio estuvo a punto de ir a la cárcel, toda vez que, en una pelea callejera el boxeador le rompió la ceja izquierda a un vecino.

“Ya no lo aguantaba más, me la tenía montada, y un día no me detuve y nos fuimos a los puños. Mi caricia casi me cuesta 15 años de cárcel según me dijo un abogado, por fortuna no hubo denuncia y seguí con mi vida”, precisó.

Agregó que desde esa fecha no volvió a tirar ‘trompá’ en la calle como solía hacerlo. La advertencia del abogado lo persuadió.

Después de recorrer varios países de América Latina como Ecuador, Perú, Curazao y Venezuela de triunfo en triunfo, hoy ‘Figurita’ Igirio, recorre las calles de la ciudad evocando aquellos recuerdos que materialmente nada le dejaron.

Vive de la artesanía y busca apoyo de la administración local y departamental para construir un gimnasio en el sur de la ciudad. Su fin es formar jóvenes en el boxeo y alejarlos de las drogas tal y como le pasó a él.

Se sostiene económicamente con lo que le dan sus siete hijos producto de dos matrimonios. Recuerda a Antonio Cervantes Reyes ‘Kit Pambelé’, como el mejor Walter Junior del mundo, y sueña con ser alcalde de Santa Marta. Dice que está cansado de bañarse con agua con residuos de materia fecal en Santa Marta.

En la actualidad espera un reconocimiento a toda una vida dedicada al boxeo el próximo 28 de noviembre por parte de los gobernantes del Departamento.

 

 

 

 

 

 

 

 

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