La NASA llevaba tiempo intentando solucionar un problema que incomoda a los astronautas y obstaculiza su trabajo: los excrementos. El concurso que lanzaron el pasado mes de noviembre, Space Poop Challenge, les ha proporcionado la solución. Las bases de este concurso establecían que los participantes debían buscar una solución permanente y de manos libres que recogiera los excrementos humanos durante seis días sin necesidad de que los astronautas tuvieran cambiarse los pañales que actualmente utilizan.
