Barrios
Wilman Fandiño, el cuidador de carros del Centro Ejecutivo
Con 55 años Wilman Alfonso trabaja arduamente todos los días, para así llevar el sustento a su casa que “Gracias a Dios” como lo afirma, ha podido durante estos largos 16 años suministrarles un techo a su esposa y sus 2 hijas.
El trabajo informal según estudios del DANE en el primer trimestre del año 2017 fue el más bajo, con un proporción del 42,4%. Esta cifra es la más baja que se maneja hasta el momento pero existe una proporción del 42,4% que vive del trabajo informal.
Como es el caso de Wilman Fandiño un tradicional cuidador de carros día a día labora en las calles aledañas al edificio Centro Ejecutivo de la ciudad, quien por su trayectoria y su buen servicio se ha ganado la confianza de los que trabajan allí y de los que a menudo visitan este lugar, muchos de estas personas le encomiendan su carro, sabiendo que no hay quien se lo cuide mejor.
Fandiño dedico parte de su vida y servicio al cuerpo de bombero, luego de terminar su voluntariado y por falta de ofertas laborales se dedicó a lavar carros durante varios años.
Con 55 años Wilman Alfonso trabaja arduamente todos los días, para así llevar el sustento a su casa que “Gracias a Dios” como lo afirma, ha podido durante estos largos 16 años suministrarles un techo a su esposa y sus 2 hijas, las cuales siempre vivirán agradecida por su dedicación y esfuerzo con que las ayuda a salir adelantes.
Desde muy temprano Wilman que reside en el barrio La Paz se traslada a su lugar de trabajo, él al igual que todos los que cuidan vehículos informalmente en el centro de la ciudad no tiene una tarifa fija de cobro, dejando al parecer del dueño del vehículo el valor de su servicio. Fandiño afirma que: “yo no le pongo tarifa a mis clientes lo que la persona desea dejarme yo se lo recibo, y si a veces no tiene no hay ningún problema”.
El con su uniforme improvisado de guarda de transito, toma todas las precauciones en su trabajo, con un chaleco verde fosforescente dirige a los conductores donde deben estacionarse y como debe salir, también durante el día se cubre con un sombrero de palma, el cual le suministra sombra y le ayuda a cubrirse del abrasador sol de Santa Marta.
Wilman Cienaguero de nacimiento pero samario de corazón, está muy agradecido con la comunidad samaria y mas con los del edifico Centro Ejecutivo y sus alrededores, por su confianza hacia él, Wilman solo espera seguir ejecutando esta labor que ha venido desempeñando durante muchos años en la ciudad.
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