Por 500 pesos, el hombre identificado como Carlos Guillermo hizo su trabajo, pero quien atendía el negocio quiso recompensarlo con algo más.
“No acostumbro a darles dinero, ya que pienso que es “alcahuetearles”, pero el día de hoy fue diferente, se me acercó uno al cual le llamo ‘Yisus’ y me dijo que me barría el frente por $500, se le está dando remuneración por una labor realizada. Le di tres bananos y $1000 .
Carlos o ‘Yisus’ saltó de la felicidad, no necesariamente por la recompensa física, sino por valores que no se pagan con dinero: respeto, palabra y gratitud.
Cortesìa Noticias Caracol.