El juez Michael Bohren, encargado del caso, concluyó que la adolescente corre riesgo de herirse a sí misma o de hacerles daño a otras personas. Por eso, condenó a la adolescente a la pena máxima que la fiscalía había solicitado, informa The Guardian.
“No podemos olvidar que esto es un intento de homicidio”, dijo el juez, a pesar de que los médicos que intervinieron aseguraron que Geyser había progresado en su enfermedad mental. Sin embargo, Bohren considera que la joven es “una persona frágil” y que podría hacer daño en caso de quedar en libertad, dice el mismo medio británico.
El brutal ataque ocurrió en un bosque, en 2014, y después de sucedido, Geyser y Weier dieron por muerta a la menor agredida; sin embargo, ella seguía con vida y logró arrastrarse hasta una carretera en la que fue vista por un ciclista que la ayudó. Por fortuna, logró recuperarse de las graves heridas, agrega BBC.
Cortesìa Pulzo.