Fue condenado a cadena perpetua Ahmed Hasan Mohamed Ali de 18 años, por colocar una bomba en un vagón de un metro donde resultaron quemados una treintena de pasajeros en Londres.
Hasan Mohamed vivía en Surrey, en el suroeste de Londres, y estudiaba periodismo en la universidad de Brooklands, además presentaba anotaciones por intento de homicidio.
Según allegados el victimario detestaba al Reino Unido por la muerte de sus padres en la guerra de Irak.