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Salud

Ocho razones por las que quizá sientes dolor durante el sexo

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A pesar de ser un problema que afecta a casi el 75% de las mujeres, las relaciones sexuales dolorosas —a veces llamadas dispareunia— pueden hacerte sentir increíblemente aislada. Por suerte, comprender la incomodidad concreta que estás sufriendo te ayudará a ti y a tu médico a encontrar el tratamiento adecuado.

La edición estadounidense del HuffPost se ha puesto en contacto con expertos para informarse sobre las enfermedades y las causas que provocan relaciones sexuales dolorosas, así como las posibles soluciones que merece la pena probar. Al fin y al cabo, el sexo debería ser placentero.

1. Es posible que no estés completamente excitada y, por lo tanto, no estés totalmente lubricada

Hay muchos factores que contribuyen a la falta de excitación. ¿Uno grande? El exceso de presión que las mujeres se imponen en la cama, asegura la terapeuta sexual Vanessa Marin.

Según Marin, el mito de que los hombres siempre están listos para el sexo hace que las mujeres se sientan culpables por necesitar más tiempo para el juego preliminar, lo que resulta en una penetración demasiado ajustada, casi irritante. Si te sientes totalmente excitada pero notas que tu vagina está tensa y seca, un lubricante de silicona puede ser una solución estupenda.

2. Podría ser vaginismo

El vaginismo es la «hipercontractilidad involuntaria de los músculos del suelo pélvico con penetración o intento de penetración vaginal», explica Leah Millheiser, directora del Programa de Medicina Sexual Femenina del Centro Médico de la Universidad de Stanford (EE UU). En otras palabras, los músculos de dentro y alrededor de la vagina se tensan, haciendo que la penetración sea extremadamente difícil y más dolorosa.

Las causas varían, pero es probable que haya un factor emocional. Si alguien ha sufrido un trauma pasado, ya sea un ataque sexual o una lesión de la ingle durante la infancia, puede causar ansiedad asociada con la penetración y provocar un apretamiento como medida de protección.

«Por desgracia, una vez que alguien percibe que algo va a doler, aprieta aún más los músculos», señala Rebecca Brightman, obstetra y ginecóloga. Afortunadamente, con la terapia cognitiva o la terapia física del suelo pélvico, Brightman y Millheiser han visto pacientes con vaginismo recuperarse por completo.

3. Tal vez tengas una ETS u otra infección

Las enfermedades de transmisión sexual como la clamidia y la gonorrea pueden causar dolor pélvico durante las relaciones sexuales, según Brightman y Millheiser. Si experimentas dolor externo alrededor de la vulva, quizás se deba a un brote de herpes. Si ves lesiones o llagas, ve al médico; te recetará medicamentos para ayudar a controlar los brotes. También puede recetarte antibióticos para otras ETS.

Una infección por hongos no es una ETS, pero eso también provoca comezón y rozaduras externas o quemaduras internas que hacen que las relaciones sexuales resulten incómodas. Con el medicamento adecuado podrás combatirlo lo antes posible.

4. La técnica de tu pareja es inadecuada para ti

Aprender a pedir lo que te gusta en la cama puede ser un desafío, pero es de vital importancia, no solo para tu intimidad emocional, sino también para tu comodidad física. Para ayudaros a ambos a descubrir qué es lo mejor, Marin recomienda una ronda sutil de «¿esto o lo otro?».

Haz que tu pareja toque la misma zona de dos maneras diferentes para ver cuál te gusta más. ¿Prefieres un masaje o algo más duro? ¿Un golpecito o un toque? No es necesario resolver todo en una sesión, pero dar estos pasos ayudará a que tu pareja y tú tengáis mejores relaciones sexuales, sugiere la experta.

5. Podría ser endometriosis

La endometriosis es una afección por la que el tejido que normalmente recubre el interior del útero crece fuera de él, lo que produce una acumulación dolorosa de tejido cicatricial que duele especialmente durante las relaciones sexuales.

Los órganos se mueven un poco durante las relaciones sexuales, pero si el tejido cicatricial hace que la pelvis y el cuello uterino estén menos móviles, es doloroso. Además, la endometriosis puede provocar quistes en los ovarios (o puedes tener quistes ováricos debido a tu ciclo menstrual), lo que quizás cause molestias.

Tratamientos como la terapia hormonal o la cirugía ayudan con la endometriosis. Y si un quiste ovárico está causando dolor intenso durante el coito, tal vez sea lo suficientemente grande como para justificar la extirpación quirúrgica, señala Millheiser.

6. Podría ser tu método anticonceptivo

Un dispositivo intrauterino desprendido puede causar un dolor profundo y agudo durante las relaciones sexuales. O quizás el culpable sea tu tratamiento anticonceptivo.

Algunos anticonceptivos, como la píldora o el anillo, detienen la producción natural de hormonas y las reemplazan con dosis más bajas que se encuentran en el medicamento, explica Millheiser. El resultado de esos niveles más bajos de estrógeno y testosterona provoca a veces un adelgazamiento de la piel de alrededor de la vulva, lo cual puede causar inflamación e irritación cuando se estimula (un problema a veces conocido como vestibulodinia provocada). Consulta con tu médico sobre otros anticonceptivos para encontrar la mejor opción para ti.

7. Podría estar relacionado con el parto

Como ocurre con algunos métodos anticonceptivos, las mujeres que se extraen la leche o amamantan después del parto tal vez sufran alguna relación sexual dolorosa. Tanto Brightman como Millheiser explican que el cambio en los niveles hormonales puede causar que la vagina se seque y la piel adelgace.

Con tratamientos como la terapia de estrógenos vaginales (un tratamiento medicinal mediante píldoras, supositorios o parches), o simplemente con un buen lubricante, las relaciones sexuales resultarán más cómodas durante ese periodo, señala Millheiser.

8. Puedes tener un problema gastrointestinal

Es muy fácil echarle la culpa a un problema ginecológico cuando se trata de un dolor que no comprendes, pero es posible que tus intestinos sean en realidad la causa.

Si una persona está estreñida o padece el síndrome del intestino irritable y mantiene relaciones sexuales, podría estar ejerciendo presión sobre una parte del cuerpo ya irritada, lo que daría lugar a una sensación de malestar en los intestinos, afirmar Millheiser. El médico puede diagnosticar ambas afecciones y recetar medicamentos para aliviar esos síntoma.

Aunque hay muchas causas potenciales de dispareunia, también existen muchos tratamientos. El sexo doloroso es un fastidio, pero no tiene por qué ser permanente.

Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos, fue traducido del inglés.

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