El Callejero Impreso
¿Un nuevo ‘Patrón’ en la Zona?
El temor sigue presente
Paola Ramírez Caballero
Luego de conocer la opinión pública sobre los casos más recientes de homicidios y secuestro registrados en la Zona Bananera, todos se preguntan: ¿volvieron los tiempos de temor a la Zona? Este interrogante aún no ha sido esclarecido por las autoridades que a pesar de las denuncias hechas por el gremio bananero a través de su vocero José Francisco Zúñiga Cotes, relacionadas con el incremento de extorsiones, robos, asesinatos e intimidaciones, insisten en asegurar que no pasa nada, reportes que son presentados al ministro de Defensa, Guillermo Botero, quien aseveró sin pelos en la lengua, que el Magdalena es un remanso de paz.
Pero alguien está delinquiendo en la Zona Bananera, mientras las autoridades tratan de ocultar la delicada situación en materia de seguridad que atraviesa este municipio golpeado hasta hace algunos años por grupos armados ilegales, quienes tenían, de cierta manera, el control del territorio. Décadas atrás, incluso, se hablaba de presencia de las autodefensas.
Después del desarme de los paramilitares, a ‘La Zona’ se le conoce como un pueblo tranquilo, sin embargo, los hechos de violencia ocurridos en los últimos años han causado malestar y preocupación en los habitantes y empresarios que invierten en el Municipio. En los últimos tres años, los homicidios les han costado la vida a jóvenes, comerciantes, labriegos y hasta funcionarios de la Alcaldía Municipal, que, aunque las autoridades descarten alguna relación entre los hechos de sangre, la percepción de seguridad perturba y produce zozobra entre los zoneros.
TEMOR EN EL GREMIO BANANERO
Por lo anterior, José Francisco Zúñiga Cotes, presidente Ejecutivo de la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira, Asbama, en entrevista con EL CALLEJERO, manifestó la preocupación que tiene el gremio por los hechos delincuenciales que se han registrado en los últimos meses en el municipio Zona Bananera.
“La inseguridad aqueja al gremio bananero, la percepción de inseguridad ha aumentado, están ocurriendo cosas en la Zona Bananera y en Ciénaga muy delicadas. Se han registrado asesinatos, a dos jóvenes, a un capataz de una finca para robar; son alarmas que nos hacen cuestionarnos. Hay que volverle a prestar atención a esta incertidumbre e inseguridad”, señala el Presidente de Asbama.
Hoy, el gremio bananero está temeroso porque se siente amenazado con la ola de inseguridad, los empresarios hacen un llamado. “Le hacemos un llamado a las entidades del gobierno, a las policivas y militares, a la Fiscalía. Hoy parte del problema de seguridad se debe a que llevan a cabo las capturas, pero los delincuentes quedan libres, porque no hay Fiscalía en el momento que se comete el delito, solo se cuenta con una Inspección de Policía”, manifiesta el funcionario José Francisco Zúñiga Cotes.
De acuerdo con lo anterior, los investigadores del Centro de Investigación y Educación Popular indicaron, que “los municipios no tienen recursos, por ejemplo, en Orihueca en la Zona Bananera solo cuenta con 4 policías para toda la cabecera de este corregimiento, además, estos uniformados deben cuidar a determinados líderes, algunos han manifestado que llega el uniformado una vez al mes para hacerles llenar la planilla de los treinta días. La gente no va decir nada por el miedo que los intimida y atemoriza. La institucionalidad es insuficiente”.
También, la delincuencia común afecta la continuidad del proyecto ‘Sembrando Futuro’, sobre todo por el robo de 65 soportes de los aspersores en horas de la madrugada, en las instalaciones de la I.E.D. ‘Humberto Velásquez García’. Se hizo la denuncia respectiva.
No solo el gremio bananero y palmicultor, solicita aumentar el pie de fuerza, también la población civil, intimidada con panfletos que aparecen en las casas o en lugares públicos de esta población que no desea volver a vivir los tiempos de temor. “El presidente Duque está informado de esta situación. Tenemos reporte de dos asesinatos, un secuestro, robos; las extorsiones han aumentado. Queremos resultados de esas investigaciones que hace la autoridad, porque hasta la fecha no tenemos confirmación de los resultados”, precisó el representante de Asbama.
El gremio bananero les exige a las autoridades redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad de los habitantes y de todos los trabajadores del sector bananero, que le representa al departamento del Magdalena una franja económica importante en el Producto Interno Bruto agrícola del 45 %, con solo el 8 % del área cultivada, que da un resultado anual de más de 255 millones de dólares. Esta economía debe ser protegida por ser la de mayor producción agrícola del Magdalena.
“Si se daña este negocio debido a la inseguridad, se viene todo abajo, el desastre social que acompaña esas cosas es la debacle económica”, indicó el vocero del gremio bananero en el Magdalena, quien expresa que el banano es una fuente importante de empleo, más de 25.000 personas se benefician de manera directa.
Entre enero y septiembre de este año, la exportación de banano por Santa Marta ha crecido el 17 %, impulsando el trabajo de los campesinos en el mundo entero. “Estamos pasando por un buen momento, tenemos una tasa de cambio que favorece la competitividad del banano, tenemos unos buenos precios por caja, tenemos un incremento en las áreas cultivadas en el Magdalena”, sostiene José Zúñiga Cotes, presidente de Asbama.
El año pasado a nivel nacional fueron exportados 850 millones de dólares en banano. El Magdalena le aportó a esa cifra 255 millones aproximadamente y calculando el crecimiento versus el crecimiento nacional cuando el crecimiento nacional pasaba de un millón 830 mil toneladas a un millón 870 mil, es decir, un crecimiento aproximado del 2.3 % en el Caribe. El Magdalena y La Guajira crecieron alrededor del 14 %, por encima del 7 % incrementado por el sector de la agricultura en general. El banano del Magdalena llega a países como Bélgica, Reino Unido, Italia y Estados Unidos.
SÍ HAY PARAMILITARISMO
La Mesa de Diálogo Multiactor liderada por el Cinep informó, que, en 2016 en el Centro y Norte del Magdalena, los campesinos advirtieron sobre patrullajes de desconocidos con casco y visor y la circulación de panfletos. Aunque para la Fuerza Pública la situación obedece a la presencia de bandas o delincuencia común, las organizaciones sociales reiteran que los hostigamientos y amenazas provienen de un rearme del paramilitarismo, que coincide con la salida de la cárcel de José Gregorio Mangones Lugo, alias ‘Carlos Tijeras’, exjefe paramilitar del Frente ‘William Rivas’ del Bloque Norte de las AUC.
“La línea del Estado es seguir negando que existe paramilitarismo, porque toca los nexos con las relaciones políticas, económicas y militares que se mantienen. El Magdalena fue el departamento con más políticos investigados por parapolítica, por tanto, sigue la directriz de decir que todo hecho de violencia es un delito realizado por bandas criminales, delincuencia común, cuando en esta región fue donde se lanzaron los primeros panfletos contra los líderes de restitución”, aseguró un investigador del Cinep.
El rearme del paramilitarismo en el Magdalena es una realidad advertida por el Sindicato de Defensores de Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo en un comunicado emitido el 8 de febrero de 2017. La Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA (MAPP/OEA), en su mandato de seguimiento al desarme, desmovilización y reintegración de grupos paramilitares, señaló en su informe la Alerta sobre el rearme que se registra en los municipios del centro y sur del Departamento.
El Cinep alerta que, a pesar de tener restricciones especiales de movilidad, es decir, el Tribunal de Justicia y Paz de Bogotá le solicitó no hacer presencia en los municipios donde el Frente ‘William Rivas’ de las Autodefensas Unidas de Colombia tuvo injerencia, tales como Ciénaga, Zona Bananera, Aracataca, El Retén, Puebloviejo y Fundación; varios campesinos han visto a Carlos ‘Tijeras’ por el corregimiento de Soplador en Zona Bananera.
Además, el exparamilitar cuenta con seguridad de la Unidad Nacional de Protección, lo que resulta contradictorio, pues tiene asignado carro y escolta, medidas que en muchas ocasiones les niegan a los líderes reclamantes de tierras.
Aunque las autoridades lo nieguen, actualmente existe un control territorial del paramilitarismo en el Magdalena. “El paramilitarismo se transforma, pero se mantiene en este Departamento, lo que permite a una persona estar durante ocho años preso y regresar como si nada, hacer nuevas alianzas con los terratenientes o la élite que no quiere que el proceso de restitución de tierra avance”, puntualizó finalmente el investigador del Cinep.
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