El hijo lo encontró ahorcado en el Once de Noviembre

“Papi, no me asuste, deja de molestar” fueron las palabras que expresó un joven de 13 años al tropezarse con el cuerpo sin vida de su padre, quien decidió acabar con su vida en la cocina de su vivienda, en Santa Marta.

El suicida respondía en vida al nombre de Favio Enrique Vélez Obregón, de 49 años, samario de nacimiento y mayor de cuatro hermanos.

En entrevista con El Callejero, sus familiares contaron que desconocen el actuar de su ser querido ya que era una persona parrandera y alegre.

El caso se registró en el barril Once de Noviembre, en el oriente de la capital del Magdalena. La escena del hallazgo se la topó uno de sus cinco hijos, quien ingresó a la cocina a tomar agua y se tropezó con el cadáver que estaba colgado.

En el momento no había luz y pensó que era una broma de su padre pero al notar que no respondía salió corriendo y dio aviso de lo sucedido.

El niño, quien quedó en estado de shock y tiene que ser tratado, explicó que en el sitio el encontró una carta que había hecho su progenitor.