Nace una estrella

Blanca Cristina Palacio Correa es una joven de 23 años, profesional en Ciencias Políticas de la Pontificia Universidad Javeriana con énfasis en relaciones internacionales. Trabajó durante seis meses en las Naciones Unidas en Nueva York como pasante ante la Comisión Segunda de Asuntos Económicos con la Embajadora María Emma Mejía y es hija del candidato a la Alcaldía de Santa Marta, Juan Carlos Palacio y Cristina Correa.

Su mayor sueño es ser embajadora de Colombia ante las Naciones Unidas y representar al país en algún otro escenario internacional. Blanca Palacio, en estos momentos, acompaña a su padre en el contexto político en su aspiración a la Alcaldía, con todo su empeño, porque su deseo es seguir por su cuenta estos pasos para escalar posiciones dentro de este ámbito.

Sin embargo, Blanca expresa, “mi padre lleva 22 años demostrándole al ciudadano lo que él hace, lo que él puede hacer y lo que él quiere hacer; pienso que esta es la prueba reina, es la base final. Lo veo todos los días y a toda hora y es una persona que ha sido coherente en toda su carrera, tiene buena experiencia, buen carisma, es una persona que conoce a la ciudad, es lo que Santa Marta necesita”.

EL AMOR POR ‘EL CICLÓN’ BANANERO

Blanca Palacio es hincha fiel del equipo de su tierra: el Unión Magdalena, como toda seguidora no se pierde los partidos en el Sierra Nevada. Para ella su mayor sueño es ver un partido en la tribuna norte y cantar a todo pulmón las canciones que la Garra Samaria Norte compone para el onceno samario. Frente a ello, manifiesta, “creo que es donde más se vive la pasión por el equipo. No hay nada más motivante para los jugadores que tener al estadio cantándote, les da fuerza, se les exige que le metan más ganas para la victoria. Las barras bravas tienen un trasfondo muy interesante desde los cantos para cada rival, las telas, trapos o banderas”.

Blanca Palacio Correa señala, además, “amo al Unión. Mi papá siempre me llevaba de chiquita al estadio y cuando regresé hace un año, coincidió con el regreso del Unión al Sierra Nevada, a la A. He asistido a la mayoría de partidos y mi pasión va conmigo. Amo alentar al equipo con los cantos de la garra, palmas o gritos. Me encanta el fútbol, lo jugué en el colegio y la universidad; siempre acompañé a mi papá y al Chelsea en sus torneos”.