El descanso de la atarraya

En el recorrido de El Callejero por los asilos del departamento, los lectores se trasladaron desde el mar Caribe hasta el río Magdalena, aquí la atarraya descansa y el viejo pescador se sienta a contemplar el paso de sus días con calma y a recordar sus vivencias.

Daniela Pirela Wisman

En El Banco, Magdalena, una tierra de gente pujante, se encuentra el Hogar Casa del Abuelo San Vicente de Paúl, donde vive un total de 34 abuelos. Sor Maryen Amaya Pinto, quien dirige este hogar, precisó muy preocupada, que no le ve futuro a las instalaciones por la falta de recursos para sacarlo adelante. Una afirmación preocupante, porque los abuelos que viven aquí podrían quedar totalmente desprotegidos.

“He limitado el cupo de los abuelitos, anteriormente había unos, pero me ha tocado no aceptar a nadie más, porque no hay forma de sostenerlos a todos. No podemos garantizarles el sostenimiento por los ingresos limitados, aunque, si el caso del abuelo es extremo en cuanto al abandono o maltrato, lo recibimos, sin embargo, es difícil hacerlo porque no tenemos como sobrevivir”, señaló Sor Maryen.

Las instalaciones de la Casa del Abuelo San Vicente de Paúl se encuentran limpias y organizadas, labor que con mucho esfuerzo realizan las cuatro hermanas que aquí habitan, además de sus siete colaboradores, “esta es una institución muy bonita y organizada, pero la situación económica no es la mejor”, afirmó Sor Maryen, quien añade, que con el paso de los años hay baldosas que necesitan mantenimiento, al igual que la pintura y otros espacios de la Casa del Abuelo.

En cuanto a la alimentación, señala, que el municipio los ayudan con alimentos, pero no se alcanza a cubrir todo lo que necesitan. “En el pueblo nos ayudan mucho con los mercados, sobre todo el comercio, proteína sí tenemos que comprarla”.

En cuanto al recurso que recibían por parte de la Gobernación del departamento del Magdalena, Sor Maryen precisa, que no entiende muy bien qué es lo que sucede. “No entiendo que es lo que pasa allá, me dijeron que debíamos inscribirnos en el Secop, les dije que no teníamos problema porque nuestra comunidad licitaba a nivel de beneficencia en otros departamentos.

Después de decir que sí podíamos, no pudimos licitar y nos dijeron que debíamos cambiar de razón social y eso es de verdad imposible, porque somos una congregación que tiene obras en varias partes de Colombia y se rigen por un solo NIT, entonces no sé cuál es el problema porque el Gobierno siempre nos ha tenido en cuenta, licitamos y ganamos”, comentó Sor Maryen, quien manifiesta su preocupación por el hecho de no recibir estos recursos para el sostenimiento de los abuelos que tiene a su cargo.

Un abuelito en el Hogar San Vicente de Paúl en El Banco, cuesta un salario mínimo, es decir, un poco más de $800 mil pesos, “algunos tienen mayores necesidades que otros, como es el caso De quienes usan pañales o tienen problemas de nutrición y reciben suplementos, por eso, quienes no sufren estas situaciones, ayudan a compensar las de los demás”.

Sor Maryen manifiesta, que por parte de la Alcaldía Municipal de El Banco han recibido apoyo económico de unos $5 millones de pesos, sin embargo, este convenio terminó y este mes no recibirán el recurso, mientras no renueven el trámite y contar con este dinero que es de gran ayuda, teniendo en cuenta que tan solo dos de los 34 abuelos reciben el sostén de sus familias, quienes están pendientes y colaboran con recursos, pero no de manera constante; el resto se encuentra abandonado.

“Desafortunadamente, a veces no valoramos a los abuelos y los consideramos como un estorbo, pero no, ellos son poseedores de una gran sabiduría, así que debemos ser conscientes de que sus facultades son limitadas y que es normal que comiencen a sufrir de alzhéimer e incontinencia y por eso a veces son rechazados por sus familias y la sociedad”, precisó Sor Maryen, quien solicita la ayuda de todos.

Si usted desea hacer sus aportes puede acercarse a las instalaciones del asilo en la calle 8 # 20a – 27 barrio Club de Leones en El Banco, Magdalena o comunicarse con el teléfono 315 644 4593 o hacer sus consignaciones a la cuenta corriente del banco BBVA No. 330075896 a nombre de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.