Denuncias
Jóvenes arriesgan su vida al colgarse de un tractocamión en la vía Alterna
Parece un hecho de nunca acabar, son escenas que a diario se repiten en la Vía alterna al Puerto de Santa Marta, jóvenes de todas las edades que aprovechan los reductores de velocidad ubicados en la calzada para subirse a los tractocamiones. No buscan el mejor puesto, solo el que el tiempo y la premura del acto le permita. No se vale acomodarse, eso se logra en el camino; no importa donde se suban, lo interesante es agarrarse bien, pero algunos con tan mala suerte fallan y mueren en el intento.
Los famosos “chances” en las mulas, han dejado una cantidad de muertos que han bañado de sangre esta carretera. Todos saben lo que ahí acontece, pero aun así siguen desafiando el peligro. Algunos se refugian en que no hay buses que cubran la ruta y otros indican que es una forma de ahorrarse un dinero.
En países como España, muertes trágicas ocasionadas en accidentes de tránsito les cuestan a las aseguradoras cerca de 1,4 millones de euros, algo así como 5 millones 600 mil pesos, mientras que en Colombia los valores oscilan entre 5 millones hasta 150 millones de pesos de acuerdo a la gravedad del hecho y las víctimas colaterales que deje el accidente, por ejemplo, la familia del fallecido.
Según un reporte consultado en 2015 las aseguradoras perdieron 160.000 millones de pesos tan solo en el SOAT. Hasta mayo del 2016, las pérdidas se acercaban a los 30.000 millones de pesos cada mes. Cifras descomunales. Aunque unos conductores de ‘mulas’ detienen la marcha para bajar a sus infiltrados tripulantes, otros ni cuentan se dan. Esto sigue pasando ante una cultura amante del peligro.
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