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Santa Marta

Santa Marta entre aguas residuales

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Habitantes de Bastidas, Los Fundadores y El Parque denuncian el desborde del sistema de alcantarillado, una crisis que afecta la salud, la economía y la dignidad de cientos de familias.

Por: Alexandra Martínez

El equipo de El Callejero salió a recorrer las calles de Santa Marta para conocer de primera mano las problemáticas que enfrentan sus habitantes. Esta vez, la voz de la comunidad nos condujo hasta los barrios Bastidas, Los Fundadores y El Parque, donde una situación crítica amenaza con salirse de control: el colapso del sistema de alcantarillado.

Lo que comenzó como una molestia puntual, hoy es un problema crónico. En El Parque, una alcantarilla rebosada derrama aguas residuales por las calles, contaminando el ambiente, obstruyendo el paso peatonal y afectando la vida diaria de los residentes.

«Soy habitante de Bastidas hace más de 40 años y esta problemática viene desde hace mucho tiempo», denunció un ciudadano. «No solo afecta la imagen del barrio, sino también la salud pública. Niños, adultos, todos estamos expuestos. Lo grave es que los políticos no han dado con una solución».

Según los testimonios, la red de alcantarillado es obsoleta. Lo que antes afectaba únicamente a Bastidas, ahora se ha extendido a barrios como El Divino Niño, Los Fundadores y Altos de Bahía Concha. “Este sistema no da abasto, y el problema no es de válvulas ni saboteos: hay que cambiarlo por completo”, señala.

La situación también tiene un impacto directo en la economía local. “Tengo un restaurante, pero los olores que emanan de estas aguas hacen que la gente se abstenga de venir. También afecta a tiendas y talleres. El mal olor espanta a los clientes, y ni siquiera se puede caminar por la avenida”.

El llamado es urgente. Los residentes exigen soluciones estructurales y definitivas, no intervenciones temporales que solo postergan la crisis. “Ya estamos cansados. Los dirigentes saben cuál es la solución. Que dejen de poner pañitos de agua tibia y empiecen a ejecutar proyectos reales”, concluyeron.

A pocos meses de los 500 años de Santa Marta, la ciudad se prepara para celebrar su historia. Pero en los barrios populares, la pregunta que resuena es otra: ¿cuándo llegará la dignidad para nosotros?