Santa Marta
¿De qué sirven las normas si nadie las respeta?

Por: Alexandra Martínez
En Santa Marta, la falta de conciencia ciudadana parece haberse instalado como norma de vida. Las señales de tránsito se han vuelto decorativas y los semáforos, una sugerencia. Mientras tanto, el caos vehicular crece y con él, el riesgo para quienes transitan las calles.
El equipo de El Callejero volvió a recorrer las vías del Distrito para observar una realidad que muchos prefieren ignorar: motociclistas que tapan sus placas para evitar sanciones, conductores que se saltan los semáforos en rojo sin titubeo y una ciudad donde las normas parecen haber perdido toda autoridad.
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— El Callejero se la pilla primero (@ElCallejeroSM) May 27, 2025
Aunque las regulaciones existen y los decretos están firmados, su cumplimiento es casi nulo. Más que falta de normas, lo que hay es una ausencia generalizada de respeto por ellas. La consecuencia: un aumento en los accidentes de tránsito, embotellamientos y una sensación de desgobierno que se profundiza con cada infracción impune.
El desorden en las calles de Santa Marta no es solo una falla institucional, sino una herida social que requiere atención urgente. Exigimos orden, pedimos seguridad… pero ¿cómo lograrlo si como sociedad no asumimos nuestra parte del compromiso?
Nos vemos en las calles, donde las verdades no se maquillan, donde cada esquina tiene una historia y donde lo evidente, muchas veces, se convierte en la noticia que nadie quiere escuchar… pero todos vivimos.
