Tres generaciones, seis meses, misma violencia

La noche del martes se tiñó de sangre en el barrio Carreño de Ciénaga (Magdalena), cuando una nueva balacera irrumpió la calma del sector y dejó como saldo a un hombre muerto y varios heridos. El hombre asesinado fue identificado como Rubén Paredes, más conocido como el ‘Mono Copete’.

Eran las 10 de la noche cuando los disparos comenzaron a escucharse. Testigos cuenta que hombres armados llegaron a una vivienda donde se encontraba Paredes y abrieron fuego sin mediar palabra.

Lo que para muchos sería la noticia de un homicidio más, para quienes conocían su historia fue otro capítulo trágico en una serie de muertes que han marcado a una misma familia.

El pasado 17 de mayo, su madre, Inés Manga, una mujer de 94 años, fue asesinada en su vivienda en el barrio San José de El Pando, en Santa Marta. Una mujer que fue víctima de un hecho atroz que aún no ha sido esclarecido por las autoridades.

Pero la pesadilla de Rubén no comenzó ahí. En diciembre de 2024, perdió a sus dos hijos, Carlos e Iván, en otro acto violento en la capital magdalenense. Tres generaciones de una misma familia han sido segadas en menos de seis meses, en un patrón de violencia que aún no encuentra una explicación clara.

Las autoridades deberán investigar los móviles de estos crímenes. Mientras tanto, en Ciénaga y Santa Marta, el nombre de esta familia resuena con fuerza entre la indignación, el miedo y el dolor.