Timayui 1: viviendo entre aguas residuales y gusanos

Por Alexandra Martínez

La comunidad de Timayui 1 denuncia que, desde el 3 de agosto, tras las fuertes lluvias en Santa Marta, convive con aguas residuales, malos olores y gusanos dentro de sus casas. No es solo el deterioro de las viviendas: niñas, niños y adultos mayores ya presentan brotes en la piel, sarpullido y afectaciones digestivas. Pese a los llamados, las respuestas no llegan y el único lugar que debería ser seguro —su hogar— hoy es un foco de riesgo.

El Callejero se la pilla primero regresó a las calles para escuchar a la comunidad y abrimos micrófonos a cuatro familias que viven esta situación a diario.

1) “Dormimos donde vecinos y sacamos agua con gusanos”

Mari Luz Acosta, joven madre, contó ante nuestras cámaras que los gusanos y el agua contaminada invaden su vivienda. Su hija menor presenta sarpullido, y su madre —una adulta mayor— muestra brotes cutáneos.

“Estas aguas negras se meten por el baño. Nos tocó salir de la casa y dormir donde vecinos para poder bañarnos y que los niños vayan al colegio. He estado sacando el agua empozada porque hay gusanos dentro del agua”.

Con autorización de la madre, registramos en video el estado de la piel de la menor, así como el de la abuela afectada.

2) “Un tubo ‘aguanta’ las aguas que se devuelven”

En la casa de Mireya Fernández observamos un tubo improvisado que intenta “aguantar” el retorno de aguas residuales al baño y la terraza. Su hijo nos mostró cómo el agua se cuela y relató la rutina que padecen:

“Así es todos los días. Mi mamá tiene que sacar el agua y limpiar porque el olor es insoportable”.

3) “Llamamos a Essmar y prometen venir… pero no llegan”

Alexander Quintero, vecino de la misma hilera, asegura que desde el 3 de agosto llaman a Essmar.

“Dicen que vienen ‘en días’, pero nunca llegan. Nos tienen así desde entonces y no se apersonan de la situación. ¿Cómo es posible?”.

4) “Hacemos nuestras necesidades en bolsas”

La señora Nelys Isabel Moreno Polo, adulta mayor, describe un cuadro de diarreas y pérdida del apetito en su familia por el mal estado del baño.

“Esta hediondez no la aguanto. Mira cómo tenemos los baños: esto es un tapón. El agua se filtra; el inodoro lo mantengo limpiándolo, pero no podemos usarlo. Tenemos que hacer nuestras necesidades en bolsas. Hemos puesto tapones y el agua vuelve. Ya no sé qué más hacer”.

 

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La promesa que no llegó

Ante las denuncias, El Callejero gestionó un diálogo con Essmar. Desde la empresa nos dijeron: “Esperamos hoy estar en Timayui para ayudar a la comunidad lo más pronto posible. Gracias por la información”.

Sin embargo, al cierre de este trabajo la comunidad informó que nadie se acercó y que el problema continúa.

Esta es una emergencia de salud pública que exige atención inmediata, limpieza profunda y soluciones definitivas en la red de alcantarillado. Niñas, niños y adultos mayores no pueden seguir expuestos a estas condiciones deplorables. Se requiere presencia efectiva de las autoridades, Essmar y los entes de control, con respuestas verificables y cronogramas de trabajo.

El Callejero se la pilla primero seguirá informando, grabando y acompañando a la comunidad para que estas denuncias no queden en el aire. Se espera una pronta solución.