Santa Marta
Medicamentos escasos en Santa Marta

Por: Alexandra Martínez
La escasez de medicamentos en Colombia, especialmente para usuarios de la Nueva EPS, se ha convertido en una crisis de salud que golpea directamente a miles de pacientes.
En Santa Marta, las quejas se concentran en las instalaciones de las droguerías Cafam, donde ciudadanos denuncian demoras, respuestas confusas y falta de soluciones ante la no entrega de tratamientos esenciales.
El Callejero se la pilla primero, un reportaje de calle que busca visibilizar las problemáticas que viven los ciudadanos del común, llegó hasta la Avenida del Libertador con calle 28 para escuchar a quienes padecen, literalmente, la negligencia del sistema.
Testimonios de los samarios
«Comúnmente si no hay, no tengo plata para comprarlo. Le digo al médico que me mande un remedio que sí puedan entregarme, porque no me los dan», relató un usuario que acudía por un medicamento para su esposa. «Vengo por tramadol, que es el único que le sirve, pero aquí me dicen que queda pendiente o que ya se venció».
Historias como esta se repiten en largas filas, donde la gente no solo pierde tiempo, sino también dinero en pasajes para desplazarse desde distintos puntos de la ciudad. Todo para, al final, recibir un “no hay”.
Otro ciudadano, visiblemente afectado, contó: «Tengo muchos pendientes, porque son de la presión. Estos medicamentos tienen ya uno o dos meses que no me entregan. Cuestan 180 mil pesos y a veces no los tengo porque no trabajo ni soy pensionado. Nos toca seguir esperando. Si no nos los entregan, no hay más qué hacer».
Las denuncias apuntan no solo a la falta de disponibilidad, sino a una práctica sistemática en la que los medicamentos permanecen almacenados en bodegas sin ser entregados a tiempo. Muchos de ellos son de alto costo y, aunque no todos, para quienes viven del día a día se convierten en un gasto imposible de asumir.
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«Vine a arreglar unos pendientes de mi mamá a ver si me dan los medicamentos. Siempre me dicen que están pendientes o no hay. Gracias a Dios tenemos cómo comprarlos, pero ¿y los que no?», expresó otro samario, preocupado por el tratamiento cardíaco de su madre.
¿Hasta cuándo se jugará con la vida de los pacientes?
La situación que atraviesan los usuarios de la Nueva EPS no es exclusiva de Santa Marta. En distintas regiones del país, pacientes enfrentan un drama similar. Medicamentos vencidos, excusas repetidas y respuestas vacías por parte de las entidades responsables son el pan de cada día.
Este drama no es solo burocrático: es una amenaza directa a la salud y la vida de miles de colombianos que no tienen cómo costear tratamientos y que dependen del sistema de salud público para sobrevivir.
